La derrota frente a Fénix termina por confirmar un muy flojo inicio del torneo «clausura» de la B Metropolitana cuando las expectativas por una recuperación con la llegada de algunas incorporaciones y la salida de jugadores que mostraron muy poco nivel traerían una levantada pero esto no ocurrió el equipo no transmite una recuperación anímica ni futbolística.

Evidentemente el entrenador no puede hacer magia con tan pocas variantes y el panorama es muy preocupante de cara al futuro en un club que ha perdido el rumbo.